La extensa tradición productiva de licores en la zona de Marsella, en el sur de Francia, y materias primas especiales como la rica-rica de San Pedro de Atacama, representan la fusión de las dos culturas que conforman el matrimonio que levantó el emprendimiento Licores San Mateo. Durante el 2020, Matthieu Massei (37) y Karin Ossandón Maizares (40) comenzaron en el interior de la región a elaborar un espirituoso que bautizaron como Rico Rico, el que luego de someter a varias degustaciones decidieron transformar en un producto que, tres años después, terminó ganando la medalla de oro el concurso internacional Catad’Or, realizado en Santiago.
La historia del primer espirituoso premiado del Norte Grande partió en el 2009, cuando el matrimonio se conoció en la Región Metropolitana. El joven francés estaba de viaje y Karin estudiaba Química y Farmacia. Luego se radicaron en una zona de Marsella en la frontera con Italia, área donde Matthieu nació y que se caracteriza por contar con una importante producción licorera. Mientras estuvieron en Europa, el joven ejerció su profesión de abogado asesorando empresas y su esposa tenía un emprendimiento de elaboración artesanal de bisutería. Allí estuvieron diez años rodeados de la cultura licorera hasta noviembre del 2020, cuando en plena pandemia regresaron a la región.
“Mi esposa es de origen Lickan Antai y tiene un terreno en San Pedro de Atacama que heredó de su padre y vinimos a Chile porque es hija única y no queremos dejar solo el terreno agrícola. El proyecto era realizar un emprendimiento relacionado con el terreno, con los frutos y las hierbas, pero en el inicio no sabíamos qué haríamos. Con los licores, por decirlo de alguna manera, empezamos por placer, porque en Francia en mi familia hacemos licores caseros, así que aquí ocupamos los frutos del terreno, la rica-rica. Después de unos meses y múltiples pruebas vimos la calidad del producto y decidimos formalizar el emprendimiento”, relató Matthieu.
La empresa se llama Licores Don Mateo y es la única licorería productora de bebidas espirituosas de la región de Antofagasta. La tienda está ubicada en calle Caracoles 360 en San Pedro de Atacama y el taller está a unos cinco kilómetros del poblado. La idea del emprendimiento es combinar procesos licoreros de Francia con los ingredientes de la zona, como la rica-rica y el chañar para crear licores dulces, aromatizados para bajativos y también para coctelería.
Qué es un espirituoso
El emprendedor explicó que las bebidas alcohólicas se dividen en varias categorías, las fermentadas como el vino, la cerveza y los espirituosos, que incluyen a los destilados como el pisco, el whisky y los licores. Un licor, a diferencia de un destilado, no se produce a través de un proceso de destilación con un alambique, se desarrolla con la maceración de una materia prima, en este caso el chañar, rica-rica y limones en aguardiente de grano, detalló el abogado.
Ambos profesionales vieron que Chile es un país en el que la gente en general se interesa mucho en las bebidas alcohólicas, no solamente por festividades, también como algo patrimonial y notaron que el mercado está saturado de destilados. Sin embargo, apuntó que ahora hay una tendencia mundial en favor de los espirituosos aromatizados con una graduación alcohólica menor. Por eso, señaló, hay muchas marcas de destilados como Jack Daniels o de piscos que empiezan a sacar versiones aromatizadas por la tendencia mundial hacia el consumo de espirituosos.
“No existía un licor en la región, a pesar de los excelentes ingredientes nativos como la rica-rica o el chañar. Y por todas las degustaciones exitosas que tuvimos decidimos lanzar productos formalizados. El trabajo lo comenzamos nosotros dos y en el terreno al lado de nuestra casa construimos un taller. El licor que ganó la medalla de oro, el Rico Rico, tuvo el apoyo de un fondo de Corfo para las empresas nacientes y también recibimos apoyo del centro de negocios Sercotec de San Pedro de Atacama para formalizar la empresa. USQAI, el laboratorio de emprendimiento de la Universidad Católica del Norte, nos asesoró y permitió hacer varias presentaciones al público e inversionistas en su anfiteatro”, indicó Matthieu.
El matrimonio llegó el 2020 a San Pedro de Atacama y durante un año hicieron pruebas y demostraciones informales hasta el final del 2021, cuando decidieron formalizarse como negocio, primero con una empresa a nombre de Karin y cuando el francés obtuvo el visado, crearon Licores Don Mateo.
El abogado detalló que lo más complejo del emprendimiento fue que, aunque venden a particulares, también lo hacen a restaurantes y hoteles. En este rubro la mayor dificultad es lograr introducir un producto y que quedé en el lugar, es decir, que vuelvan a comprarlo, a ponerlo en la carta y ofrecerlo de manera regular a sus clientes. “Eso es lo más difícil, porque en los restaurantes, sobre todo en un lugar como San Pedro, uno puede pensar que favorecerán a los productores locales, que será un orgullo tenerlos. Pero es todo lo contrario, así que fuimos a los hoteles y restaurantes con un nivel de servicio muy alto para encontrar nuestra clientela. Logramos vender a restaurantes de Santiago que están dentro de los mejores de Chile. Creo esto sigue siendo lo más difícil, introducir el producto y que quede, que el personal de los hoteles lo proponga de manera regular a su clientela”, reconoció el abogado.
Medalla de oro y sustentabilidad
En el concurso Catad’Or en Santiago, participaron casi 20 países y es el más antiguo e importante de América Latina que premia a vinos, destilados y licores. El emprendedor sostuvo que es el segundo año que participan, ya que el 2022 el Rico Rico consiguió un puntaje honorable de 83, tenía cosas que mejorar. Pero hace poco más de dos semanas, Rico Rico consiguió medalla de oro en el certamen y se trató de la primera vez que un espirituoso de la Región de Antofagasta y del Norte Grande consigue un premio tan importante.
“Para nosotros es un gran logro tener una medalla de oro, porque es un reconocimiento realizado por expertos del rubro, porque son catas, degustaciones a ciegas realizadas por sommelier, enólogos y bartenders. Revisamos la lista de los premiados los años anteriores y notamos que es la primera vez que se premia un espirituoso del Norte Grande”, destacó.
Las materias primas como la rica-rica las cosechan alrededor de su terreno y a veces en la cordillera de Domeyko. Para ello cuentan con un proceso sustentable de manejo de la rica-rica, porque a pesar de que existe mucha en la zona, se trata de un arbusto que crece lentamente. “Por eso debemos manejarlo de manera sustentable, lo que para nosotros consiste solamente en podar las ramas a ras de suelo de los arbustos más grandes para que sigan creciendo. Esto lo hacemos según las recomendaciones de una investigación que hizo la Universidad de Chile en el 2018 en San Pedro de Atacama con Conaf, sobre el uso y manejo sustentable de la rica-rica”, subrayó.
La tienda está en la calle Caracoles de San Pedro Atacama y abre todos los días. Para quienes quieran degustar los productos, sus dueños explican que es totalmente gratis y no deben comprar nada si no desean. Su objetivo es difundir el producto y eso representa un gran apoyo para ellos. Aunque todavía no tienen la producción suficiente, están realizando algunas presentaciones frente a inversionistas en Antofagasta y están trabajando para exportar a Estados Unidos, Brasil y Francia, pero reconociendo que aquello todavía tomará un tiempo.
- ¿Qué consejo entregaría a emprendedores que buscan crecer con un producto de elaboración propia?
Iniciamos con poco capital, cerca de un millón de pesos y reinvertimos la plata cada vez para crecer. Primero hay que desarrollar un buen producto, que reciban una buena validación del público en degustaciones y hay que asegurarse de que la materia prima esté al alcance. Es importante siempre tener stock para abastecer a los clientes potenciales. Esto, porque una de las primeras cosas que preguntan a un pequeño productor como nosotros es el nivel de la producción, ya que ellos quieren disponibilidad siempre. También hay que tener una historia detrás, que sea hecho con un proceso sustentable lo más posible y que la materia prima siempre esté disponible.
Junto a todo esto creer en su producto y estar determinado, ser resiliente porque a veces hay puertas que se cierran y tenemos que ser resistentes para encontrar a la clientela.
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